Abstract
Es clara la contundencia que tienen
las políticas gubernamentales en la
configuración del futuro socioeconómico
de un país no solo por lo que “hacen
o dejan de hacer”, sino por quienes
se benefician lo cual no obedece precisamente
al interés público. Dichas políticas
han llevado a Estados Unidos a
librar batallas que le son ajenas como
es el caso de la guerra de Irak que perjudicó
de esta forma no solo el precio
del petróleo, sino en simultánea a miles
de ciudadanos tanto norteamericanos
como iraquíes.