Abstract
El contexto social ha cambiado de forma proporcional a la aparición acelerada de nuevos hechos relacionados con la salud pública, las comunicaciones, la economía y la interacción, impactando de forma global la dinámica del mundo y provocando que las poblaciones jóvenes experimenten mayor necesidad de adaptación a estos cambios. Esta situación se manifiesta en el incremento mundial de casos de jóvenes que reportan malestares emocionales, afectivos, orgánicos y vinculares —tanto permanentes como transitorios—, lo cual ocasiona la urgencia de desarrollar procesos de atención psicosocial inmediata sobre estas problemáticas.