dc.description.abstract | “La riqueza hídrica que históricamente ha poseído Colombia, está en alto riesgo dada la mala práctica que la población le está dando a este preciado recurso, con la falacia que es inagotable e invulnerable” (Ospina & Ramirez, 2012).
Hoy se vive una preocupante situación ambiental por el deterioro de la calidad del agua, cuya intervención antrópica prácticamente se da desde su nacimiento, sin ninguna medida estatal al respecto, como ocurre con el río Magdalena que no es ajeno a esta situación por tratarse de la principal arteria fluvial de Colombia, cuya cuenca posee una superficie de 199.294 km² que representa el 17% del territorio nacional, y longitud de 1.528 km (Cormagdalena, 2013), siendo la fuente de abastecimiento para consumo humano del acueducto urbano del municipio de Purificación – Tolima. Se evaluó su calidad como fuente de abastecimiento para consumo humano, en cumplimiento de la normativa vigente en el país, Resolución 2115 de 2007 (Ministerio de la Proteccion Social, de Ambiente, Vivienda y Desarrolo Territorial, 2007), durante la ocurrencia del fenómeno de “el Niño” ocurrido en el periodo 2015 – 2016 y caracterizado por disminuir el promedio de precipitaciones, llevando al río Magdalena a escurrir con caudales mínimos, lo cual puede ocasionar el potencial aumento de concentración de algunos contaminantes lesivos para la salud humana.
En Purificación, la potabilización del agua se realiza a partir de una planta de tratamiento convencional PTAP diseñada para la calidad de agua cruda del río Magdalena, que mediante procesos de coagulación – floculación, sedimentación, filtración y desinfección, entregan agua para consumo a la población; pero en eventos especiales como el fenómeno de “el Niño” donde puede cambiar la calidad físico-química y microbiológica del agua, la PTAP puede ser vulnerable a estos cambios y dejar remanentes de contaminantes en el agua para consumo, requiriéndose para ello mejorar los procesos de potabilización para este tipo de eventos. | es |