dc.description.abstract | Un modelo de ciudad ha aparecido recientemente y está difundiéndose por el mundo: es la Tecnópolis. Su característica fundamental - para los círculos académicos especializados - es dedicarse a la producción de conocimiento y nuevas tecnologías que puedan venderse a los consumidores. La razón de ser de la Tecnópolis es, por tanto, económica.
Este módelo de Tecnópolis bien puede llamarse “clásico”, entendiendo por esto que es el mas difundido. Condición esencial para su funcionamiento es la colaboración de la industria y los centros educativos o de investigación. Ambos trabajan mancomunadamente.
Pero también existe otra aproximación a la relación conocimiento-tecnología-ciudad: aquella en la cual las tecnologías de vanguardia determinan en alto grado el funcionamiento de una ciudad y de la sociedad que la habita. A este otro modelo, el autor del presente trabajo también lo llamará Tecnópolis.
La valoración ambiental de uno y otro modelo debe ir mas allá de los clichés convencionales, siendo uno de ellos el que pregona que toda tecnología de vanguardia es buena per se. Ello no es así. Una tecnología que penetra en una cultura tiene tanto efectos positivos como negativos. Es deber de los Gestores Ambientales entender a cabalidad las implicaciones que tienen esos modelos en la relación hombre-naturaleza. | es |